Publicado por M'sitting el : 29/11/2019
Viajar con una enfermedad crónica
Aquí hay 3 ejemplos de enfermedades crónicas y consejos básicos:
El hecho de tener ciertas enfermedades crónicas no es un impedimento para viajar. Sólo tendrá que tomar algunas precauciones para que su viaje y su estancia sean agradables.
Lleve siempre consigo un chequeo médico escrito en inglés o en el idioma del país que mencione su tratamiento.
En la receta, mencione las moléculas en lugar de los nombres de marca (como el paracetamol para el Doliprane).
Informe de cualquier alergia o intolerancia a la que esté sujeto.
Si se queda en Europa, piense en la Tarjeta Europea que puede obtener fácilmente de su CPAM. Podrá hacer su solicitud por Internet, por teléfono o en su centro de seguro médico.
Si usted se va a ir por un tiempo suficiente y está tomando un tratamiento a largo plazo, pídale a su médico una receta que cubra toda la duración de su estadía. Si viaja en avión, puede empacar sus medicamentos en su equipaje o llevarlos con su receta médica. Los medicamentos transportados deben poder ser contabilizados con la receta.
1) Asma
La contaminación del aire puede desencadenar ataques de asma y agravar ciertas enfermedades respiratorias. Esta contaminación es especialmente prevalente en las grandes ciudades, es mejor no hacer house sitting en estas ciudades por mucho tiempo.
Asia y Oriente Medio están particularmente afectados y están alcanzando picos de contaminación muy preocupantes.
Si tiene asma, evite en la medida de lo posible las estancias largas en las grandes ciudades de estos países.
Algunos pólenes son muy alergénicos. Si sales entre febrero y septiembre, durante los periodos de floración, los granos de polen son liberados a la atmósfera por las plantas y puedes estar expuesto.
Entre los más alergénicos están las gramíneas, la ambrosía, el ciprés, el abedul, el olivo, la criptomería japonesa...
Es aconsejable hacer una prueba para saber a qué polen es alérgico.
La mayoría de las veces se trata de pruebas cutáneas realizadas en el consultorio del médico (patch-tests y pricks-tests).
De esta manera se pueden evitar los periodos y destinos donde se encuentran muchos de estos pólenes.
Si eres alérgico a los ácaros del polvo, deberías preferir unas vacaciones en la montaña, ya que no sobreviven por encima de los 1500 metros sobre el nivel del mar, especialmente durante los periodos secos del año.
En cualquier caso, lleve siempre consigo su tratamiento, incluso en el avión si va a volar a su destino.
2) Problemas de corazón
Si sufre un trastorno cardiovascular, consulte a su médico. Pida su aprobación si necesita volar. Durante el vuelo, la presión del oxígeno disminuye, por lo que puede prescribir una medicación para combatir el riesgo de trombosis venosa.
Antes de subir al avión, póngase calcetines o medias de soporte y use ropa suelta.
Si tiene un marcapasos, lleve consigo el folleto de mantenimiento.
Tenga cuidado, algunos tratamientos (antimalaria) no son compatibles con algunos medicamentos prescritos para las condiciones del corazón.
En todos los casos, una visita a su médico es obligatoria antes de la salida.
3) Diabetes
Usted está obligado a llevar consigo un certificado de salud en el que se mencione su enfermedad y su tratamiento.
En el avión, dé su insulina y jeringas a una azafata que las mantendrá frescas durante todo el vuelo.
Lleve consigo un alimento dulce o algo que esté acostumbrado a tomar para combatir la hipoglucemia porque como usted sabe es más peligroso para usted y su cerebro que la hiperglucemia.
Recuerde cambiar su ingesta de insulina de acuerdo con la diferencia horaria.
Conclusión
En estos 3 casos, una vez que haya llegado a su lugar de estancia, continúe sus tratamientos como lo hace normalmente cuando está en su casa.
Siguiendo estos consejos básicos, su viaje se llevará a cabo bajo los mejores hospicios y podrá disfrutar plenamente de sus vacaciones.